Panel 7: ESCRIBIR, LEER, NARRAR.
Coordinación:
Paula Martos
Pedro Ochoa
Enviar propuestas a: 7narrar@gmail.com
A mediados del siglo XIX, mientras las jóvenes hermanas Brontë morían una detrás de otra aquejadas de tuberculosis, después de haber alumbrado algunos de los grandes clásicos de la literatura inglesa decimonónica, Edgar Allan Poe se llevaba también consigo toda la oscuridad de sus relatos y moría en la miseria, víctima del delirium tremens. Años más tarde, mientras Emily Dickinson escribía frenéticamente poesías desde la habitación en la que estuvo recluida los últimos años de su vida y mientras Rosalía de Castro, se desnudaba en los versos recogidos en Las orillas del Sar, nacía también una tercera mujer llamada a convertirse en una de las escritoras más extraordinarias de la historia: Virginia Woolf. Virginia Woolf, además, compartió época con otros autores de imaginación desbordante y pensamiento original como Jorge Luis Borges, Franz Kafka, James Joyce, etc. Todos ellos y muchos otros, desde la penumbra de sus respectivas y sombrías experiencias vitales, han contribuido, de una manera u otra, a la reflexión no sólo intelectual, sino también social, política, sentimental y ética que aún hoy sigue ocupando a la filosofía. Sus palabras, sus historias, sus narraciones son muy distintas a las que estamos acostumbrados a observar en las composiciones filosóficas al uso. También la manera de leerlos o el propio alcance de la mayoría de sus obras dista mucho de las formas que adquieren las lecturas de los textos filosóficos. Y, sin embargo, la escritura narrativa, con su acento en los componentes imaginarios de la existencia humana, con la fluidez y variedad de sus formas, con su fuerte carga psicológica y sensorial, constituye a la vez reflejo e inspiración del pensamiento moderno y contemporáneo. Sin prestar atención a la literatura, ¿cómo podría, por ejemplo, tratar de comprenderse el pensamiento femenino del siglo XIX cuando las mujeres se encontraban sistemáticamente marginadas de las instituciones políticas y académicas, vehículos principales de transmisión de la reflexión y de la opinión pública? ¿Es posible, quizás, que en la concienciación social y política de la clase trabajadora y de los desarrapados tuvieran una mayor influencia las novelas por entregas de Charles Dickens que la obra de su contemporáneo Karl Marx? ¿Qué importancia puede atribuírsele al trabajo de Kafka sobre el pensamiento jurídico? ¿Es posible entender la reflexión que ha girado en torno a la memoria sin atender a los relatos de los testigos? ¿Qué puede aportar a nuestra comprensión del fenómeno de la inmigración el estudio de las cartas escritas por los inmigrantes o exiliados, obligados por distintos motivos a permanecer lejos de su familia?
Más allá del ensayo filosófico, el pensamiento y la reflexión se han desarrollado a través de muy distintas fórmulas narrativas. La literatura, en muchos sentidos, ha ganado la mano a las disciplinas humanísticas en la medida en que ha sido capaz de discurrir de una manera más libre, de trascender los corsés metodológicos que tantas veces oprimen al pensamiento científico. La imaginación literaria, además, ha brotado en muchas ocasiones de plumas que se encontraban muy alejadas del mundo académico, de escritores que narraban experiencias desde los márgenes, desde el submundo y que, en este sentido, pueden considerarse claros exponentes del pensamiento subterráneo. Aunque la literatura, como es lógico, contiene también problemas metodológicos que la teoría literaria ha analizado sistemáticamente, sirviéndose en buena medida de la reflexión filosófica. Por todo ello, el objetivo de este panel será explorar la relación particular que se establece entre literatura y filosofía. Nos interesan, por ejemplo, aquellas propuestas que se planteen algunos problemas recurrentes en el pensamiento filosófico pero desde la perspectiva de la expresión literaria. Asimismo, queremos también examinar cómo las escrituras narrativas y sus consecuentes lecturas han influido en el desarrollo del pensamiento científico y humanístico en general, cómo han contribuido a matizar o a transformar el conocimiento histórico, sociológico, político e incluso biológico, químico, médico, etc. Serán igualmente bien recibidas las aproximaciones metanarrativas, así como aquellas preocupadas por escrutar el funcionamiento intrínseco del texto (lenguaje, recepción, etc.) o por comprender los textos hermenéuticamente, etc.